Restaurante Txirimiri - Calidad de primer nivel sin manteles

He tenido la oportunidad recientemente de conocer el restaurante Txirimiri de la calle Ferraz en Madrid y he pasado un rato muy agradable. Mi colega y amigo Enrique y yo teníamos algo importante que celebrar. La elección de Txirimiri ha sido más que acertada.

Txirimiri tiene un ambiente joven y desenfadado.Hay una barra nada más entrar a mano derecha en la que se puede degustar los mejores pintxos; el más famoso de todos es el de tortilla de patata, especial por su cremosidad y textura. La decoración del restaurante es de lo más sencilla. No tiene manteles, y el mobiliario es de lo más básico que uno se puede encontrar. La primera impresión no es buena, pero en cuanto nos atendió el camarero la cosa empezó a mejorar. Un chico joven, educado y con ganas de que los clientes pasaran un buen rato. Nos explicó pausadamente y con dedicación lo que nos podía ofrecer. Si hay algo que valoro de un camarero además es que me ayude a elegir la mejor opción, lo cual no tuvo ningún reparo en hacer. Se nota que hace su trabajo con ilusión e interés lo cual dice mucho del restaurante.

Decidimos compartir varios platos, era una buena ocasión para probar la cocina de Txirimiri es su máxima extensión . Nos inclinamos por croquetas de boletus, verdinas con gambas, ensalada de tomate raff, cebolla y ventresca, rissotto de foie y trufa, y solomillo. Lo mejor: la materia prima de primerísima calidad. Todos los platos estuvieron entre notable alto y sobresaliente, donde sobresalieron las croquetas, el rissoto y el solomillo. Con respecto a la ensalada, el tomate estaba un poco menos verde de lo que debería estar el raff, pero la ventresca me sorprendió gratamente. Las verdinas estaban buenas pero no me llamaron especialmente la atención. Creo que hacía mucho tiempo que no tomaba un rissoto tan sabroso y un solomillo con una carne tan tierna y jugosa. ESPECTACULAR. No dejamos hueco para el postre, así que tomamos café y nos invitaron a un licor de hierbas de sobremesa. Precio: 35€ persona. Si uno va un poco más relajado no debería subir de los 25€ - 30€, con lo que la relación calidad precio es buenísima.

En conclusión, si a uno no le importa comer en un sitio sin mantel y lo que más aprecia es la materia prima y un buen servicio, Txirimiri es una opción más que recomendable.

Titus