Por desgracia cada vez tengo menos tiempo para ir al cine. Mi estado vital actual (con dos hijos muy pequeños) dificulta una de mis aficiones favoritas. Eso no quita que todas las semanas intente ver en el"cine doméstico" que tengo montado en casa un par de películas que por lo menos a priori despierten mi interés. Pues bien, me he dado cuenta que últimamente tengo cierta predilección por ver películas españolas, y creo que no es fruto de la casualidad. La primera razón es que estoy aburrido de las películas norteamericanas "blockbuster": Historias contadas mil veces, mismos conflictos, mismos estereotipos, mismos planos... y la segunda y más importante,
creo que se está haciendo cine español de alta calidad.
En el último mes he podido disfrutar de películas españolas más que interesantes y de temática muy variada (por fin hemos dejado hablar de la guerra civil, ¡aleluya!).
Bon apetit (notable historia romántica al estilo de la magnífica "Deliciosa Martha"),
No tengas miedo (valiente enfoque de un tema complejo y grandísima interepretación de Michelle Gener),
Blackthorn (estupendo "spanish" western),
No hay paz para los malvados (inquietante cine negro español)... No obstante la última que he visto y me ha ha llamado especialmente la atención (sin ser mejor que las anteriores mencionadas) ha sido
Maktub.
Maktub es una película amable, con unas interpretaciones geniales y también con algunos defectos típicos de una ópera prima. Sin embargo tiene algo especial y diferente...
Maktub impacta y emociona en lo más profundo del alma. Y no es por la trama, vista en muchas ocasiones (un niño enfermo de cancer terminal y de madre soltera que se se mete de lleno en una familia que tiene algunos problemas), sino porque
profundiza en temas y valores fundamentales y universales, de una manera
sencilla, desenfadada, y, dicho sea de paso,
poco convencional.
Maktub nos habla de la importancia de la
comunicación en la familia, la
entrega incondicional a los que tenemos más cerca, el s
entido del dolor y sacrificio,el perdón, la providencia y la vida eterna... Lo hace además sin ningún tipo de "moralina", sino con un tono desenfadado, muchas veces cómico, pero a la vez profundo, que llega directamente al corazón.
En la calidad de la película influye de sobremanera las interpretaciones espectaculares del quinteto protagonista:
Diego Peretti,
Aitana Sanchez-Gijón,
Goya Toledo, el niño
Andoni Hernández San José y la incombustible
Rosa María Sardá. El director novel
Paco Arango creo que acierta plenamente en dejar a los actores llevar todo el peso de la película, estando la técnica al servicio de los actores y no al revés.
Como conclusión
recomendar vivamente ver Maktub a aquellos que quieran disfrutar con una
película diferente y fresca, que les guste
reir y
llorar,
sentir,
reflexionar y por supuesto,
vivir.
Titus